Zapallo asado con arroz rojo y salsa de mandarinas

Como les hemos comentado, de vez en cuando desarrollamos recetas para la revista Mujer del diario La Tercera. Hace un tiempo publicamos recetas con mandarinas y este es un plato de Zapallo asado con arroz rojo y salsa de mandarinas es ideal si se busca algo nutritivo y con sabores otoñales.

Zapallo asado con arroz rojo y salsa de mandarinas
4 porciones

Ingredientes para el zapallo

  • 1 trozo de zapallo
  • Aceite de oliva
  • Sal de mar
  • 1 mandarina

Ingredientes para la salsa:

  • 1 taza de castañas de cajú, crudas
  • 2 mandarinas

Ingredientes para emplatar:

  • 1 taza de arroz rojo, cocido según indicaciones del envase
  • Perejil, canónigos u otras hojas verdes para acompañar
  • 1 ají rojo

Cortar el zapallo en gajos, rociar con aceite de oliva, aliñar con sal de mar y jugo de mandarina. Hornear a 180ºC por 30 minutos o hasta que se pueda introducir una varilla fácilmente.
Para la salsa: remojar las castañas de cajú durante la noche, descartar el agua en la mañana y agregar 1 taza de agua filtrada, jugo y ralladura de mandarinas.
Para el emplatado: colocar un poco de salsa en la base del plato, servir una porción de arroz, un trozo de zapallo, decorar con las hojas verdes, salsa y ají rojo laminado.

Muffins con Zapallo Butternut

En esta oportunidad quise probar como quedarían unos muffins con un poco de zapallo. La verdad es que apenas se siente el gusto zapallo y les otorga un lindo color dorado.
Para acompañar esta receta, elegí un té verde para probar un nuevo producto de Lock&Lock, un Eco Mug de cerámica. Este Eco Mug me pareció genial porque tiene un buen tamaño (½ litro), es bonito y tiene una banda de silicona que aisla el calor para no quemarse los dedos al tomar el té o el café camino al trabajo por la mañana.
Además, aportamos al planeta porque en vez de ocupar los vasos de papel o plástico, cuando pidamos nuestro café podemos hacerlo en este Eco Mug.
En cuanto a los muffins de zapallo, los preparé con la variedad Butternut, pero la verdad es que es posible hacerlo con cualquier tipo de calabaza. Además, basta con cocer el zapallo en agua, no es necesario hornearla.




© Francisca Amenábar 2012. Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.

Muffins con Zapallo (o calabaza)
10 unidades.
Ingredientes.
1 taza de harina.
½ taza de maicena.
½ taza de leche.
100 gr. de mantequilla.
2 huevos.
1 cdta. de polvos de hornear.
1 cdta. de extracto de vainilla.
½ taza de puré de zapallo o calabaza*.
Semillas de girasol o zapallo.
Preparación.
Precalentar el horno a 180º C.
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que se vuelva pálida. Agregar las yemas y vainilla, seguir batiendo. Luego incorporar el puré de zapallo.
Entibiar la leche y agregar a la mezcla.
Incorporar poco a poco la harina y maicena tamizadas.
Batir las claras a nieve e incorporar con movimientos envolventes.
Distribuir la mezcla en los moldes y llevar al horno por 25 minutos o hasta que al insertar una varilla de madera salga seca.
*Para el puré de zapallo: cocer el zapallo en agua, escurrir y moler con un tenedor.

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Lasagna de Butternut, salvia, champiñones y queso azul.

En Santiago de Chile está comenzando (después de un retraso) el Otoño. Este fin de semana, al parecer, estará nublado y con algunos chubascos. Para días como eso, una lasagna es una deliciosa comida para preparar en familia y disfrutar en un día como estos.
La verdad es que no recomiendo que preparen esto solos, a menos que ya tengan experiencia. De lo contrario puede volverse tedioso y la gracia es disfrutar cocinando.
© Francisca Amenábar 2012. Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.

Lasagna de Butternut, salvia, champiñones y queso azul.
12 porciones.

Ingredientes:
· 2 huevos.
· 200 gr. de harina.
· 125 gr. de mantequilla.
· 1 taza de harina.
· 1 lt. de leche.
· 1 pedazo de queso azul (u otro que te guste).
· Queso parmesano.
· 1/2 zapallo butternut.
· 200 gr. de champiñones.
· Hojas de salvia.
· Aceite de oliva.
· Nuez moscada.
· Sal y pimienta.


Preparación.

 Para el zapallo: Colocar el zapallo cortado en trozos en una lata, agregar aceite de oliva, sal y hojas de salvia sobre cada pedazo. Llevar al horno a temperatura media por una hora o hasta que la carne este tierna. Si no quieres llevarlo al horno, una alternativa puede ser el microondas: deben cortar los trozos en cubos, colocarlos en una fuente resistente al calor y taparlo con un plástico o plato. Llevar al microondas por 8 a 10 minutos o hasta que esté blando.
Para la masa: se debe cernir a harina y hacer un orificio en el centro, luego colocar los huevos y un chorrito de aceite de oliva. Comenzar a batir los huevos con un tenedor e ir incorporando la harina poco a poco. Amasar hasta lograr una masa uniforme (esta tarea puede ser entregada al hombre de la casa o alguien con buenos biceps). Dejar reposar en un paño húmedo por 20 minutos.
La masa debe quedar firme, no agregar agua a menos que sea estrictamente necesario, de lo contrario, al cocer la masa quedará ligosa.

Para la bechamel: Colocar la mantequilla en una olla y derretir. Agregar la harina cernida poco a poco, batiendo hasta obtener una especie de bola amarillenta. Agregar un chorrito de aceite e ir incorporando poco a poco la leche tibia, hasta obtener una salsa bechamel espesa. Si te gusta la lasagna más húmeda puedes dejarla más líquida, si prefieres una lasagna más seca y «armada» será mejor una salsa espesa. Agregar sal, pimienta y nuez mosacada.

Retirar la carne del zapallo y moler con un moledor de papas. Agregar un cucharón de bechamel, salpimentar y mezclar. No olvidar de integrar las hojas de salvia en esta mezcla.
Para los champiñones: limpiarlos y cortarlos. Saltearlos en aceite, dejar en un colador para que boten el líquido excedente.
Estirar la masa en la máquina para hacer pastas o con un uslero (palo de amasar) y dejar al grosor que desees (yo prefiero muy fina). Espolvorear un mesón con nutrina o harina y dejar secando las masas. Una vez que hayas estirado toda la masa, cortar en pedazos de 20 cm. de largo.
Colocar en una olla abundante agua hirviendo, dejar al lado un bol con agua fría. Ir colocando las tiras de masa de a dos o tres y dejar hervir por un minuto, retirar y colocar en el agua fría. Repetir el proceso hasta finalizar.
Si cuentan con ayuda, mientras están cociendo las masas, otra persona puede ir armando las lasagnas. Para esto debe preparar una fuente para el horno (de 25 x 15 cm aprox), pincelar la base con aceite. Luego sacar tiras de masa del agua, estilar y colocar una capa en la fuente. Luego agregar bechamel, la mitad de los champiñones y trozos de queso azul. Colocar otra capa de masa, cubrir con la mezcla de zapallo. Repetir este proceso una vez más. Para la última capa, cubrir con bechamel, espolvorear abundante queso parmesano recién rallado, algunos trocitos de queso azul y decorar con unas láminas de champiñones.
Llevar al horno por 30 min. o hasta que esté hirviendo (burbujas en los costados) y comience a dorarse en la parte superior.
¡¡Que la disfruten!!

Sorrentinos de zapallo rellenos de habas salteados en mantequilla a la salvia.

© Francisca Amenábar 2011. Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.
Quizás esta receta hubiese sido más oportuna con fecha anterir a viernes santo, ya que es una receta vegetariana, económica y deliciosa. Los hicimos con Tita ayer con productos de sy huerta y huevos de su gallinero.
Como ya les hemos contado, Tita y yo vivimos a 250 km. de distancia, por lo que no nos vemos muy seguido, pero cuando lo hacemos ¡pucha que disfrutamos! Aprovechamos el tiempo para cocinar, hablar de comida, de fotografía, de la vida y de recuerdos… y yo regaloneo hasta ya no poder a mis sobrinos que son una delicia.
Les cuento que esta pasta es muy sencilla de hacer, los animo a atreverse a preparar pasta rellena, porque sólo se necesitan unos cuantos ingredientes y paciencia. Si tienes dudas sobre cómo preparar la masa base para pastas puedes hacer click aquí.

Sorrentinos de zapallo rellenos de habas, salteados en mantequilla a la salvia.
40 unidades.
Ingredientes.
Para la masa:
– 400 gr. de harina.
– 3 huevos.
– 1/2 taza de zapallo butternut molido. (Cocer al horno).

Para el relleno:
– 800 gr. de habas frescas o congeladas.
– 2 cdas. de queso parmesano rallado.
– Una pizca de nuez moscada.
– 1 cdta. de tomillo picado.
– 1 cdta. menta picada.
– Sal y pimienta.
– 1 clara de huevo.
Para la salsa:
– 1 cda. de mantequilla.
– 1 cda. de aceite de oliva.
– Hojas de salvia.
Preparación:
Cernir la harina, colocar los huevos en el centro junto con el zapallo. Con la ayuda de un tenedor comenzar a batir, incorporando poco a poco la harina. Amasar hasta obtener una masa suave y homogénea. Dejar reposar por 20 minutos.
Mientras tanto preparar el relleno, cocer las habas y pelarlas. Luego procesar y agregar el resto de los ingredientes. Reservar.
Estirar la masa. Ir dejando sobre un mesón bien enharinado. Para rellenar la pasta se debe tomar una tira de masa estirada, sacar el excedente de harina con un pincel suave y pincelarla completamente con clara de huevo. Dividir la tira (imaginariamente)) por la mitad a lo largo. Luego sólo en una mitad colocar un poco del relleno separado por 4 cm. aprox. entre sí. A continuación tapar el relleno con la otra mitad y presionar con los dedos los bordes para sellar. Finalmente, cortar con un molde o cortador de pastas.
Los sorrentinos pueden reservarse en una bandeja enharinada si se utilizarán de inmediato. De lo contario, pueden congelarse: para esto deben congelarse en la bandeja enharinada primero y luego guardar en bolsas o cajas.
Para cocer la pasta, se debe colocar 4 lt. de agua con sal y llevar a ebullición. Luego incorporar los sorrentinos uno a uno, revolviendo suavemente para que no se peguen. Una vez que floten dejar hervir por 2 a 3 minutos, si están congelados pueden requerir un poco más de tiempo. 
Mientras se cocina la pasta, se debe llevar a fuego fuerte un sartén, agregar la mantequilla y aceite, cuando se caliente incorporar la salvia. Cuando esté lista la pasta, se debe colar y saltear en la mantequilla. Servir inmediatamente con queso parmesano recién rallado y pimienta a gusto.
Nota: Con la masa de los recortes pueden prepararse fideos.
¡Qué tengan un lindo domingo de resurección!

El Charquicán

© Ana María Amenábar 2011. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.

El charquicán es uno de mis guisos preferidos por ser sabroso, apetitoso, nutritivo, liviano y bajo en calorías. Me encanta prepararlo personalmente y generalmente como un poquito más que los demás.
Este emblema nacional está considerado como plato principal o de fondo. En ocasiones es usado como acompañamiento de alguna carne, pudiendo suprimirse ésta  (del charquicán)  en este caso lo que daría como resultado un «charquicán vegetariano»  por nombrarlo de alguna forma, personalmente creo que al omitir la carne lo haría perder su esencia. 
© Ana María Amenábar 2011. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
Escribiré un poco sobre la historia del charquicán y para hablar de este tema me he basado en el libro » La olla deleitosa, cocinas mestizas de Chile» de la antropóloga y escritora chilena Sonia Montecino.
El charquicán, es la variante de otro plato que adquirió en el sur la denominación local de «valdiviano». La evolución del charquicán puede verse desde el período colonial hasta hoy, en que ha sufrido una transformación dada por el uso de carne fresca y no salada y seca conocida como charqui : palabra de origen quechua, su producción y consumo eran común en el  mundo andino, donde pescados y carnes se desecaban al sol para precervarlos y evitar la pudrición.
El charquicán nos habla de una densidad culinaria que tiene vínculos con lo hervido lo secado, lo cocido. Es un plato que no acepta en su consumo lo crudo ni lo frío y por ello emerge como signo cultural por excelencia. Si nos detenemos en los ingredientes , el charqui es producto  de una paciente operación culinaria de trozado, salado y secado; las papas, zapallo y cualquier otro vegetal se cocerá, sin importar su desmenuzamiento, e incluso en muchas recetas se muelen para formar una pasta cremosa con ellos..
El eje central del charquicán es la carne que protagoniza distintas variantes en el pasado y en el presente. Se trata de una carne que se singulariza por  su lejanía con el animal recién muerto,que simboliza la comunidad que lo ha inmolado, pero que transforma ese sacrificio en vicario a través de la salazón,el secado,el asado y el hervido. Como motivos que acompañan a esta suerte de «sublimación» de lo natural están los tubérculos y las cucurbitáceas,los antiguos alimentos precolombinos que deben estar muy cocidos y desprovistos parcialmente e sus formas originales.
La llegada a la mesa del charquicán debe ser caliente y generalmente servidos en platos individuales. Sus texturas se aproximan a la espesura de lo cremoso, de lo semitriturado que dialoga con lo sólido de las tiras finas de charqui. Sus tonos son tenues, amarillentos, marrones y se puede coronar  con una ligera  pintura roja, el mequén.
Animense a prepararlo, es fácil, sabroso y novedoso para todos los que no lo conocen.

© Ana María Amenábar 2011. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
Charquicán
(6 personas aprox.)
1/2 kg de asiento o carne molida
1/2 cebolla
4 papas grandes
1/4 kg zapallo
Porotos verdes, choclos,arvejas y tomate (opcional)
2 cucharadas de aceite
2cucharadas de aji de color o páprika
11/2 cucharada de orégano
Pimienta recién molida
Comino
Sal
Cortar la carne en cubitos pequeños o molerla gruesamente. Freírla con el aceite en una olla por unos minutos e incorpore las papas y el zapallo  cortados en cubos, la cebollas en cubitos pequeños (brunoise) y los aliños después de freír por un par de minutos más agregar agua hirviendo o caldo de vacuno, hasta cubrir y cocinar hasta que las papas estén bien cocidas y blandas. Apisionar  las papas y el zapallo con una cuchara para deshacerlas parcialmente. Se sirven en platos individuales espolvoreados con merquén, ají o «color» que es una mezcla de grasa de cerdo con ají de color.
Si decide rememorar antiguos tiempos usando charqui, ponga al horno 200 gr, por unos 5 minutos, córtelo en trocitos y macháquelo en el mortero. El entusiasmo culinario suele agregarle a este guiso choclos, porotos verdes y tomates.

Sopa de Zapallo y Zanahoria

Ha llegado el invierno al parecer a Santiago de Chile. Qué mejor que darle la bienvenida con una sopita para calentar el cuerpo, pero con sabor a verano.


© Francisca Amenábar 2011. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.

Sopa de Zapallo y Zanahoria.

Ingredientes
1,5 lt de caldo de pollo
300 a 400 gramos de zapallo
3 zanahorias grandes
1/4 de pimentón (sin cáscara).
1/2 cebolla pluma
2 papas grandes
1 camote mediano o pequeño
1/2 cdta de mostaza
1/2 cdta de cúrcuma
1/2 cdta de jengibre fresco
Sal
Pimienta

Picar la zanahoria en rodajas y picar el zapallo en cubos grandes. En un bol, colocar la papa y el camote cortado toscamente.
Sofreir la cebolla con un chorro de aceite y un poco de mantequilla. Agregar el pimentón picado toscamente, luego las rodajas de zanahoria y finalmente el zapallo. Agregar el caldo caliente e incorporar el resto de los ingredientes (disolver aliños en un poco de líquido). 
Dejar hervir hasta que las verduras estén tiernas, unos 15 a 20 minutos. Pasar por la juguera cuando entibie, poner un paño encima para no quemarse si salta la sopa. Opcionalmente, se le puede agregar una taza de leche para que quede más cremosa.
Calentar antes de servir. Acompañar con tostadas, queso parmesano, ensalada o lo que más les guste para la sopa.

© Francisca Amenábar 2011. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.

18 y 19 de Septiembre …. Una Semana Celebrando

© Ana María Amenábar 2010. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
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Septiembre, llega la primavera, mes de la patria y este año es El Bicentenario…. ¡¡¡VIVA CHILE!!!
© Ana María Amenábar 2010. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
Estos días feriados fueron únicos, disfrutamos, simplemente lo pasamos increíble. Recibimos a las dos familias y formamos un grupo entretenido y numeroso . Debo confesar que nunca celebré con entusiasmo estas fiestas, hasta que nació mi primer hijo Benjamín, entre cuecas, asados y anticuchos, el 19 de septiembre, desde entonces estas fechas han sido muy esperadas y queridas por todos porque, él es el primer hijo, nieto y sobrino para ambas familias.
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Para Benjamín no hay cumpleaños sin «tortazo»…ja, ja, ja… Es único…

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No hay nada mejor que celebrar estos días junto a nuestros seres queridos y disfrutar al máximo cada segundo con ellos, sobre todo cuando se vive lejos,  compartiendo, conversando, riendo, elevando volantines, jugando rayuela, bailando cueca, todo esto acompañado del infaltable asado y un buen vino tinto, ensaladas típicas, empanadas de pino, anticuchos, pan amasado con mantequilla, sopaipillas con pebre, mote con huesillos y como broche de oro nuestra torta de hojarasca, la preferida de mi «Benji».  Cocinamos y comimos bastante con la ayuda de todos.

Fue una semana en la que me sentí muy acompañada,  llenaron cada uno de los rincones de nuestra casa dejando sus recuerdos vivos en cada lugar por donde pasaron….Recibí muchas alegrías … Tanta celebración trae consecuencias….se suben unos kilitos pero, esta fecha hay que festejarla como es tradición así que bien vale la pena la cuenta que nos pasa la implacable balanza… y ahora, a hacer deporte al atardecer para recuperarce!!!
© Francisca Amenábar 2010. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
La sopaipilla cabe en la clasificación de panes fritos, hechas principalmente con zapallo en la zona Centro-Sur y con papas en la zona Sur. Es una preparación típica en invierno cuando llueve, la que generalmaente se pasa por una salsa de azúcar quemada llamada «Chancaca»o se las puede espolvorear con azúcar flor, también se pueden acompañar con una salsa salada. En el campo se usa como un tipo de aperitivo antes del asado acompañada con  mostaza , ají  o pebre formando una alianza perfecta.

© Francisca Amenábar 2010. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
El origen de la palabra sopaipilla proviene del mozárabe «sopaipa», que significaba «masa frita». El término sopaipa, a su vez, proviene del germano «suppa» que significa «pan mojado en líquido». La palabra «sopa» también se origina de esa misma expresión, que tiene como idea base caldo en el que se moja pan. También esta catalogada como plato típico de la región de la Araucanía en donde se hace con Piñón y se prepara con agua.
© Francisca Amenábar 2010. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.
Y para que celebren y disfruten junto a sus seres queridos, les dejo esta receta estrella de las irresistibles sopaipillas  «Talquinas».

Sopaipillas Talquinas
(20 unidades aprox.)

1 taza de zapallo cocido y pasado por cedazo
2 a 3 tazas de harina con polvos de hornear
2 cucharadas de mantequilla derretida
1/2 cucharadita de levadura instantánea
Pizca de sal
650 ml de aceite para freír

En un bol colocar el zapallo, 2 1/2 tazas de harina, levadura, mantequilla y sal, juntar bien hasta formar una masa homogénea. Añadir más harina si es necesario.

Sobre una superficie enharinada uslerear la masa, dejarla de 1 cm de espesor. Cortar discos del tamaño deseado y con la punta de un cuchillo hacer un hoyito en el centro.

En un sartén profundo colocar el aceite y calentar a fuego medio. Freír las sopaipillas por ambos lados, hasta que estén doradas. Estilar en papel absorbente.


Pebre Cuchareado
3 tomates pelados
1/2  taza de cilantro picado fino
1 ají verde picado
Jugo de 1/2 limón
Gotas de vinagre
1/2 cebolla
Sal a gusto
Ají en pasta (opcional)

Picar los tomates en cuadritos. Pelar la cebolla y picarla fina (brunoise).

Poner la cebolla picada en un colador y bañarla con agua hirviendo, posteriormente pasarla por agua fría y estrujarla con las manos.

En un recipiente poner el tomate aliñado con sal, aceite, gotas de vinagre y limón. Incorporar la cebolla, el cilantro y  el ají picado fino y el ají en pasta (opcional).