Hoy fue mi primer «día de clases», soy profesora y ahora sí que comienza el año de verdad. Hasta ayer sentía que no había recuperado suficientes energías (mi cuerpo ha estado más cansado de lo normal, estoy tratando de ver lo que es). Pero reencontrarse con las partners me da alegría y energías, especialmente porque el taller de arte está muy cerca de la biblioteca y el departamento de comunicaciones, un rincón del colegio que una profe nominó el «barrio» y sólo puedo decir que hay pura buena onda.
No fue un día precisamente productivo porque las neuronas todavía están un poco aletargadas con el ritmo veraniego, pero el ambiente hace que uno comience a sentar cabeza y plantearse nuevos desafíos para este año escolar (y personal), que se viene muy entretenido. Por un lado sigo como profesora de arte, pero este 2015 haré un electivo con IIIº medio de Cocina del Mundo, estoy motivada de ver con qué ideas llegan sobre alimentación, cocina, ingredientes, técnicas culinarias y cómo podríamos trabajar proyectos personales y grupales a partir de diferentes ideas: la cocina como un espacio lúdico, de relajación, de entretenimiento y también de aprendizaje, metodología y orden. La cocina en su relación con la alimentación que llevamos, nuestra salud o un lugar de encuentro, de entrega, de cariño, etc.
©Francisca Amenábar Chimenti 2014. Derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
También como profesora de arte espero este año poder lograr una mayor conexión con las alumnas y poder transmitir el arte como una forma de expresarse, de desarrollar la creatividad, de metodología y la paciencia, contrario al entorno actual que todo es inmediato y en arte puede llevar varias clases que un proyecto esté terminado o tome forma. Me encanta enseñar, lo disfruto muchísimo. Algunas veces refunfuñp porque hay cursos que son más ansiosos o desafiantes y juegan a colmar la paciencia, pero la gratificación es enorme cuando alumnas, como mi linda Vitoria, a final de año me entrego una gran hoja y escrito a todo color decía «Miss, gracias por todo», son cosas que a uno le llegan y no olvida.
Por otro lado, nos hemos demorado un poco más de lo que esperábamos en armar el calendario de clases de cocina 2015 de Espacio Culinario, pero es que somos dos hermanas en diferentes ciudades, cada unas con sus trabajos y horarios que debemos saber conjugar y equilibrar lo anterior con las clases de cocina. La Tita se viene de Talca, a veces con sus tres hijos, especialmente para hacer las clases de los sábados, por lo que a veces se hace pesado y la gracia es no apagar la llama que mantiene encendida nuestra pasión de enseñar. Así que les pedimos un poco de paciencia que pronto tendremos el calendario y esperamos que todos quienes quieran participar puedan hacerlo.
Por último, si bien volvemos a la rutina creo que lo importante es darle un toque diferente a cada día y ver las cosas desde una arista positiva. Por ejemplo, por cuarta vez he ido a buscar mis anteojos a reparación y están malos, tengo que llevar el celular al servicio técnico, pasar a pagar el permiso de circulación etc; pero no me importa porque es una excusa para aprovechar esta espectacular tarde para pasear en bicicleta, que es la forma de ejercicio que más disfruto.
Los dejo con esta receta fresca porque ¡dicen que nos quedan por lo menos uno o dos meses de calor!
Helado de Yogur Natural y Frambuesas
6 a 8 porciones
- 4 claras
- 4 cdas de azúcar
- 400 ml de yogur
- ¾ tazas de frambuesas frescas o congeladas
Batir las claras a nieve.
Agregar el azúcar y batir unos minutos más.
Incorporar el yogur con movimientos envolventes.
Verter en la máquina para hacer helados por por 30 minutos.
En una fuente metálica agregar un poco de helado, espolvorear frambuesas, agregar más helado y así hasta utilizar todo el helado y frambuesas.
Mantener en el congelador. Sacar del freezer 15 minutos antes de servir.