Tengo la suerte de tener acceso a un horno casi-de barro. Les digo casi porque hay diferentes tipos de hornos, están los que son completamente de barro y los que son de lata cubiertos de barro. Hay gente que cree que hay una diferencia campal entre unos y otros como dicen en la Buena Vida. Yo creo que la gracia está en el gustito a leña y saber manejar las brasas o temperatura para que lo que se haga quede en su punto.
Para una masa de 80 x 40 cm, o 3 masas de 30 cm de diámetro.
– 1 kilo de harina.
– 1 cdta. de sal.
– 1 cdta. de azúcar.
– 1 cda. de aceite de oliva.
– Agua tibia.
Preparación.
Se debe cernir la harina y formar un «volcán». En el interior agregar la levadura desmenuzada, el azúcar, el aceite y alrededor de un vaso de agua tibia. Por alrededor espolvorear la sal. Comenzar a mezclar la mezcla del interior y poco a poco incorporar con el resto del harina, agregando agua si fuera necesario.
Precalentar el horno tradicional a 180ºC, en caso del horno de barro prender el fuego 40 minutos antes de meter la masa.
Amasar hasta obtener una masa homogénea y dejar leudar en un lugar tibio, tapada con un paño húmero, por unos 10 a 20 minutos. Luego desgasificar y estirar con un uslero o palo de amasado.
Colocar sobre la lata la masa. En caso del horno tradicional, precalentar la masa hasta que tome un color blanquecino, luego colocar los ingredientes que te gusten. En el caso del horno a barro no es necesario precalentar la masa, basta con pincelar con aceite de oliva o salsa de tomates y colocar los ingredientes que te gusten.
Llevar al horno hasta que la masa comience a dorarse y el queso esté bien derretido.