De Palais Gourmet nos han enviado un frasco de maravillosos hibiscos salvajes en almíbar. Una flor que nos rememora a vacaciones y playa paradisíacas, puede tener más usos que ponérsela en la oreja mientras se baila alguna danza tropical.
Esta flor es comestible y lo mejor de todo es que tiene muchas propiedades: es orgánica, kosher, libre de glúten, antioxidante, alta en vitamina C y carente de componentes alergénicos. Su sabor es algo ácido con un toque tropical y una textura firme, siendo un producto muy interesantes de probar. Por lo demás, su aspecto estético es muy elegante y algo diferente.
Con esta pequeña maravilla se pueden hacer tragos, decorar postres, vinagretas para ensalada y ocuparlos para darle un toque totalmente diferente a cualquier plato que combine con sabores agridulces. El producto pueden encontrarlo en Palais Gourmet, Cardamomo, Delyfresh, Bética y Pastamore.
En esta oportunidad les proponemos dos recetas muy fáciles para que se animen a preparar y sorprender a su «querido» en este día de los enamorados.
Wild Hibiscus Chardonnay.
Para cada copa.
1 cdta. de limón.
4 cdtas. de sirope de Wild Hibiscus.
1 flor de Wild Hibiscus.
Vino Chardonnay bien helado.
Colocar en la copa el jugo de limón colado, agregar el sirope, colocar la flor en el fondo y rellenar la copa con el vino blanco.
Crostinis de queso Brie y Wild Hibiscus.
Para 2 personas.
Pan de baguette o tipo flauta añejo.
Aceite de oliva.
Tomillo.
Pistachos.
Sal y pimienta.
Un trozo de queso brie.
6 flores de Wild Hibiscus.
Precalentar el horno a 180ºC.
Cortar 6 rodajas de 0,5 cm. de espesor. Colocar en una lata para el horno y pincelar con aceite de oliva, espolvorar tomillo, sal y pimienta.
LLevar al horno por 5 minutos o hasta que apenas comiencen a dorarse.
Colocar sobre cada crostini un pedazo de queso brie, una flor de Wild Hibiscus y un poco de sirope.
Y en este día de los enamorados se puede celebrar en pareja, pero si «no hay», también podemos celebrar con aquéllas personas que queremos. Les dejo esta canción de Of Monters and Men, una canción que reconoce que hay alguien que te puede querer incondicionalmente aunque nosotros no entreguemos siempre tanto a ese otro.