Tarta de Arándanos

Me carga el calor insoportable del verano, pero lo soporto a cambio de las maravillas que se pueden conseguir en estas fechas. Desde las 12 unidades de zucchini por $1.000 (unos U$ 2,10), para qué hablar de los tomates limachinos en su máximo esplendor: con ese intenso olor a tomate mezclado con aroma a tierra… y lo mejor es poder disfrutar de mi fruta favorita: el durazno conservero. Una variedad de duraznos bien amarillo, con una piel algo «pelusienta» y de una carne firme y jugosa.

Sin embargo, la receta de hoy no es con ninguna de los alimentos que nombré, sino con arándanos. Otro producto que se encuentra en estas fechas a un costo asequible y con mucho sabor. A muchas personas no les gustan tanto porque pueden ser algo desabridos, la gracia está en aprovechar su potencial.


En Chile tenemos un postre que todo chileno ha hecho al menos una vez en su vida: el Pie de Limón. Consiste en una base de masa quebrada, una mezcla de leche condensada y limón cubierto con merengue. Personalmente me encanta este postre, pero sin el merengue.
Por eso se me ocurrió que quizás sería una buena idea cambiar ese ítem tan dulce y empalagoso, por un buen montón de esta misteriosa fruta de carne blanca y piel azul piedra, que como si fuera producto de un encantamiento, al calentar los arándanos se vuelven una salsa de un magenta intenso más hermoso que el de la betarraga (remolacha).
Por último, no les dejo la receta de masa quebrada porque perdí mi receta regalona y la que preparé se quebraba demasiado. Para evitar malos ratos y no ser la culpable, les paso la «pelota» a ustedes para que compren una masa pre-hecha o ustedes hagan la receta de su abuelita.
Espero que les guste, es una tarta bien ácida. Ideal para los que no son tan dulceros y prefieren los postres más frescos.

Tarta de Arándanos.
2 tartas de 22 cm de diámetro.
2 bases de masa quebrada o pâte brisée sucrée.
1 tarro de leche condensada.
1 pqte. de queso crema a temperatura ambiente.
180 ml. de jugo de limón.
3 tazas de arándanos frescos.
Enharinar dos moldes de 22 cm. de diámetro (también pueden ser rectangulares), cubrir con la masa quebrada, pinchar con un tenedor y hornear en un horno precalentado a 180ºC por 15 minutos o hasta que apenas comience a dorarse. Retirar y dejar enfriar, incluso pueden meterlo al freezer para que sea más fácil desmoldar.
En una batidora integrar el queso crema con la leche condensada hasta que se logre una mezcla homogénea. Incorporar el jugo de limón, sin batir demasiado para que no se corte. Repartir la mezcla entre las dos tartas. Dejar enfriar 30 minutos. Cubrir con la salsa de arándanos y los arándanos frescos.