Sachertorte…Un Lindo Recuerdo

© Ana María Amenábar 2010. Derechos reservados. Prohibida su reproducción.

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Esta maravillosa torta me recuerda cuando estuve en Austria con una de mis mejores amigas. Paseando por Viena llegamos a una calle llena de cafés y pastelerías, las vitrinas estaban decoradas con esculturas de azúcar y figuras de mazapán, se veían muy lindas. Estando ahí era imperdonable dejar de tomarnos un café Vienés con un trozo de Sachertorte, a pesar de que no comimos la original en el Hotel Sacher, la nuestra estaba espectacular!!…Que buen recuerdo.

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Lamentablemente me he encontrado con algunas Sachertorte que son cualquier cosa. En una oportunidad estaba en una pastelería, en la vitrina había una torta y sobre ella un cartel que decía Sacher, le pregunté a la señorita de que es la torta? me dice de bizcochuelo chocolate, mermelada de frambuesa y trufa, la Sacher afirma….que aberración!! pensé está muy lejos de la verdadera Sacher,  para colmo tenía varias capas de bizcochuelo todas mal cortadas, chuecas ,el baño de chocolate estaba azucarado y sin brillo, quedé PLOP!!. Le comenté a la vendedora como era la auténtica Sachertorte pero no le interesó, todavía venden su «Sacher» distorsionada. Que pena, el problema es que este tipo de equivocaciones no culturizan, confunden a las personas y continúan en la ignorancia.

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Esta famosa torta consiste en una o dos  planchas gruesas de bizcochuelo de chocolate separadas por una fina capa de mermelada de damasco (albaricoque) recubiertas con un glaseado de chocolate el que  permite que se conserve por largos períodos. Tradicionalmente se suele acompañar con crema chantilly sin azúcar.
Fue inventada en 1832 por Franz Sacher, chef pastelero del príncipe Klemens Wenzel von Metternich, con ocasión del congreso de Viena (1814-1815). Durante años una controversia dividió la ciudad de Viena: por un lado estaban quienes consideraban que la auténtica Sachertorte era la que se servía en el Hotel Sacher, dirgidos por los descendientes de Franz; del otro lado estaban los fieles a la pastelería Demel, que al parecer recibió del nieto de Sacher la «verdadera» receta (un pastel simplemente cubierto con mermelada de damasco y glaceado de chocolate). Finalmente el Hotel Sacher ganó la disputa ante los tribunales. Actualmente vende sus tortas en el café del hotel y para los que estamos más lejos la podemos comprar a través de Internet.

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Siempre he sido partidaria de lo auténtico, de lo legítimo y de los clásicos de la cocina, la verdad es que no estoy muy de acuerdo con los cambios  en las recetas emblemáticas y auténticas creo que se deben mantener inalterables en el tiempo para que perduren por muchos años más y así los más jóvenes puedan practicarlas y gozar de ellas.
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Esta foto la tomé hoy en la mañana, y aunque no estamos en Austria, Diego e Ignacio están desayunando Sachertorte y un chocolate caliente en vez de café, a pesar de que se mueren por uno, como todos los niños desde chicos saben cuales son las cosas buenas de la vida… cuando puedan tomar café espero poder llevarlos a Viena para que disfruten la Sacher original.

Esta es una de las mejores recetas de Sachertorte que he pobado, sus bizcochuelos húmedos, suaves y esponjosos están unidos por una excelente mermelada de damasco (idealmente casera), formando una combinación perfecta.

Sachertorte
(2 bizcochuelos de 22 ó 24 cm.)
200 g de chocolate amargo picado
10 huevos
125 g de mantequilla a tª ambiente (muy blanda)
140 g de azúcar Flor
125 g de harina
500  g de mermeladad de damasco
Glaseado
200 g de chocolate amargo picado
200 g de azúcar
125 ml de agua 
Encender el horno a 180ºC , forrar los moldes con papel mantequilla.
Batir las claras a nieve, incorporar el azúcar batir hasta que se disuelva el azúcar, reservar. Fundir a baño maría el chocolate, batir las yemas, incorporar la mantequilla blanda y el chocolate fundido. Añadirclas claras a la mezcla de las yemas y con movimentos envolventes agregar la harina cernida hasta terminar con los ingredientes.
Repartir la mezcla equitativamente en los 2 moldes y hornear por 25 minutos o hasta que los bizcochuelos estén secos. Dejar enfriar sobre rejilla.
Glaseado
En una olla colocar el chocolate, azúcar y el agua llevar al fuego, cocinar unos 8 a 10 minutos revolviendo constantemente o hasta que la mezcla espese y se vea el fondo de la olla, retirar del fuego, reservar.
Extender un poco de mermelada de damasco pasada por cedazo sobre uno de los bizcochuelos y cubrirlo con el segundo bizcocho.  Pincelar el exterior de la torta con mermelada de damasco. Cubrir con el glaseado de chocolate emparejando con una espátula. Dejar reposar durante 3 horas en el refrigerador antes de servir.