Crème Brûlée de Lavanda

© Ana María Amenábar 2012. Prohibida su reproducción parcial o total.
 
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Otras de mis pasiones es la música. Cada vez que voy a escribir un post me coloco los audífonos y escucho una canción que me inspire a redactarlo, en este caso mi compañera fue Amy Macdonald con Slow it Down.
 
Me atrevería a decir que la Crème Brûlée es mi postre favorito,  puedo comer uno, dos y tres seguidos. El pensar en su característico aroma a caramelo y su sedosa textura despiertan y concentran todos mis sentidos, mis papilas gustativas comienzan a funcionar y se me hace agua la boca.
 
 
 
© Ana María Amenábar 2012. Prohibida su reproducción parcial o total.

 
Algunas personas piensan que este postre proviene de la cocina inglesa. Pero su fama la consiguió en Francia, por eso lo conocemos con el nombre de Crème Brûlée. Otros opinan que es una adaptación francesa de la crema catalana,  que se elaboraba en la Cataluña Francesa, ésta última me parece la más confiable.
 
 
 
© Ana María Amenábar 2012. Prohibida su reproducción parcial o total.


 
Esta vez quise infuncionar la Crème Brûlée con lavanda, queda deliciosa y es muy fácil de hacer. Recolecté flores de lavanda de mi jardín, las sequé en una caja de cartón con un par de orificios para que respirara. Luego la guardé durante una semana un lugar oscuro y sin humedad. Una vez secas las coloqué dentro de un sobre de papel celofán y éste dentro de una caja metálica (para evitar la luz y así su decoloración). De este modo tengo lavanda para aromatizar muchas preparaciones  durante todo el año.
   


 
© Ana María Amenábar 2012. Prohibida su reproducción parcial o total.
 
 
 
 

Crème Brûlée de Lavanda
(8 porciones aprox)

400 ml de crema o nata de leche
150 ml de leche entera
7 yemas
70 g de azúcar
2 cucharadas de lavanda seca
Azúcar rubia para espolvorear y quemar

Colocar la leche, la lavanda y el azúcar en una olla y llevarla al fuego hasta que hierva, dejarla hervir un minuto. Filtrar o colar y reservar la leche infusionada con la lavanda, reservar.

En un bol mezclar la leche infusionada,  la crema  y las yemas. Batir, filtrar y repartir en remekines o potes individuales.  Taparlos con papel aluminio y cocinarlos a baño María a 150 C°  durante 45 min o hasta estén cuajados (no líquido). Retirarlos del horno y refrigerarlos.

Una vez que estén fríos y antes de servir espolvorearle  azúcar rubia y quemarla con el soplete.
 
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Galletas de Lavanda.

© Francisca Amenábar 2012. Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.

La lavanda es una flor muy aromática y que encontramos comúnmente en el jardín de muchas casas. Sin embargo, es poco lo que la usamos en la cocina. Hoy los invitamos a hacerla, la lavanda a porta dulzura, aroma y delicadeza a nuestras preparaciones.

Para que las galletas resulten, tanto estas como otras, es fundamental utilizar mantequilla de buena calidad, sin sal y a temperatura ambiente, no derretida en el microondas. Así también, el huevo debe ser fresco, tamaño mediano y a temperatura ambiente. Finalmente, es esencial llevar la masa a la heladera, de lo contrario será imposible de trabajar.

© Francisca Amenábar 2012. Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.

© Francisca Amenábar 2012. Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.

Galletas de lavanda.

45 – 50 unidades.

Ingredientes.
– 180 gr. de mantequilla sin sal a tº ambiente.
– 100 gr. de azúcar.
– 350 gr. de harina sin polvos de hornear.
– 1 cdta. de vainilla.
– 3 cdas. de flores de lavanda frescas (ó 1 cda. de lavanda seca).
– 1 huevo.

Preparación.

1. Colocar la mantequilla en un bol y batir hasta que se vuelva cremosa, agregar luego el azúcar, vainilla y la lavanda freca (si ocupan lavanda seca, moler con un poco de azúcar antes de incorporar). Batir hasta obtener una mezcla homogénea, luego agregar el huevo y seguir batiendo.
2. Poco a poco, incorporar la harina. Tapar con papel film plástico y llevar a la heladera por 1 hora como mínimo. Entre más tiempo, más fácil será trabajar la masa.
3. Precalentar el horno a 170º C.
4. Dividir la masa en dos. Tomar una mitad, formar una bolsa y estirar la masa sobre una mesa enharinada hasta que tenga un grosor de medio centímetro. Para que no se pegue la masa a la mesada, se puede ir rotando cada vez que se pase el uslero. 
4. Cortar las galletas y colocar sobre un silpat y llevar al horno por 10 minutos o hasta que apenas empiecen a dorarse. Retirar y dejar enfriar.