Hace 15 años me casé con un agrónomo y nos vinimos a vivir a Talca, ciudad ubicada a 3 horas al sur de Santiago (253 km aprox.). Tenemos unos hijos deliciosos, decidimos quedarnos a vivir en el campo porque la calidad de vida es mejor para ellos. Amamos la naturaleza, los animales, la tranquilidad, observar, aprender y descubrir todas las sorpresas que ésta nos tiene escondida.
Cuando chica soñaba con casarme y formar una familia. Hoy, soy feliz cuidando a mis hijos, mimándolos, apoyándolos y ayudándolos a levantarse cuando se caen o tropiezan en el camino de la vida. Me gusta compartir y disfrutar la vida en familia, dejándoles recuerdos que serán parte de su historia, algo que será sólo de ellos y los conservarán siempre.
Con mis niños y marido mantenemos una huerta orgánica, la que disfrutamos mucho en verano y para que esto sea viable todos asumimos las responsabilidades que implica cuidarla. A su vez tenemos un gallinero con «gallinas felices» son libres y gozan la vida, comen pasto, semillas, vegetales y toman baños de sol. Nos encanta observarlas, sobre todo cuándo tienen pollitos. Los niños son los que más gozan con todo esto, especialmente el más chico que muere por las aves, le encanta ir a buscar sus huevos orgánicos, juntarlos y vendérselos a mis amigas, las que ansiosamente los esperan semana a semana. En todos estos procesos no podría faltar el mejor amigo del hombre. Tenemos 3 perros un rottweiler, un terrier chileno y el preferido de los niños, un border collie que nos ayuda mucho cuando es la hora de guardar las gallinas…. Es todo un arriero!!
Así como amo mi familia, la vida indómita y salvaje, me gusta la civilización, la modernidad, la tecnología, las ciudades desarrolladas y cosmopolitas. A la vez, me encanta mi profesión que es cocinar y enseñar. Poder recorrer estos dos caminos paralelos ha sido todo un desafío, que lo he logrado gracias al apoyo de mi familia y de mis amigos, sin ellos no podría viajar a Santiago, hacer mis clases y conectarme con el mundo del siglo XXI. Algunos lo ven como un sacrificio inentendible, para mi es una felicidad inmensa, una inyección de energía que me motiva a disfrutar y a desarrollar nuevos proyectos.
Fianalmente estos dos caminos se ensamblaron después de renunciar como profesora de gastronomía en INACAP y nació la idea de escribir el blog. De esta manera pude compatibilizar la vida familiar con la profesional. A través del blog logré seguir transmitiendo mis conocimientos y compartiendo mi pasión por la cocina. Nunca imaginé todas las alegrías, sorpresas, actividades y novedades que éste me traería.
Hace un par de años escribo el blog con a mi hermana Francisca. Trabajamos juntas haciendo clases de cocina en Santiago (2 veces al mes), desarrollando recetas y fotos de productos gastronómicos para empresas, escribiendo como freelance en medios relacionados. Paralelamente cada una tiene su trabajo independiente, la Fran es profesora de artes en un colegio, yo soy proveedora de una cafetería y a veces trabajo part time organizando eventos con un banquetero.
Mi realidad diaria es igual a la de muchas mujeres que trabajan. Me levanto temprano, preparo el desayuno, ordeno la casa, voy al trabajo, al supermercado, a buscar a los niños al colegio, les ayudo con las tareas, juego con ellos y luego los acuesto.
¿Cuándo escribo el Blog y trabajo en lo mío? Cuándo los niños están durmiendo, me quedo hasta tarde, cocinando, escribiendo, seleccionando fotos y recetas, siempre acompañada de buena música. Todo lo que hago, lo hago feliz y con mucho cariño porque, es mi pasión.
Siempre he sido una soñadora, suelo imaginar y visulizar las cosas que me gsutarían que me sucedieran, las que finalmente resultan…. Los sueños se cumplen, sólo hay que perseguirlos, sin sueños somos seres inertes.
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